La desgracia para el Tolima e Ibagué y sus ya frecuentes atisbos de reductos de Patría Boba (que viene desde tiempos del primer gobierno del prontamente juzgado y sentenciado señor matanza), no es que escasamente 2 de cada 10 tolimenes aptos para votar, hayan logrado coronar la elección de las meninas.
La verdadera desgracia es que las señoras, son el cuerpo ajeno de quiénes verdaderamente gobiernan a la ciudad y a los municipios, que desde los 90, quieren que el Tolima y la ciudad sean el nido del terrorismo de Estado, del paramilitarismo, la corrupción y de la lumpencracia.
Esa es la verdadera desgracia, la capacidad ventrílocua de quienes hablan tras las señoras meninas y sus actos «rebolucionarios».
Mayor vergüenza ajena que la vivida como tierra ancestral, con alias el Ingeniero y el ex-sindicado ex-policia que les antecedieron en la ciudad y el departamento, no se puede dar.
¿O quizá, si?
En su defensa, las meninas para justificar, una vez mas su Patría Boba bajo su «rebolución», tiene comandos y avanzada de «artistas», «maestros», emprendedores de la cultura, docentes (de la UT, desgraciadamente) y uno que otro dealers de eso que llaman arte en la ciudad, que previo cheque de bingo o beca de estímulo, con Biblía en mano y conjunto Gospel, le dirán a la ciudad y al departamento que las señoras meninas, son casi como el mesías venidero.
El día cívico nacional, va mas por la línea del «Elogio a la Ociosidad» de Bertrand Rusell tan necesario en la conciencia social después de décadas de autoritarismo, que por otro montaje o falso judicial mas que las y los fachos tras las meninas, en FFMM, PoNal o CTI, les susurran en sus castos oídos.
Señoras meninas, ya que son las que gobiernan, o al menos eso dice la credencial de la Registraduría, atiendan lo que hace algún tiempo expresara Immanuel Kant sobre la mayoría de edad, en casos similares de tiempos, gobiernos y sociedades proclives al totalitarismo.
A veces, señoras meninas, un costoso e inutil iPhone 15, un polícia, un militar o un detective facho, no enseña lo que enseña un buen y barato libro.
Y un consejo mas de la escuela filosófica sin puertas de la Plaza de la 21: «Donde manda capitán, no manda marinero».
Toménse un té, un café, un wishky o una cerveza, relájensen, vivan y déjenos vivir sabroso al resto de tolimenses e ibaguereños, al menos por hoy, por mandato del Gobierno del Cambio.
(*): Editorial del Director del Magazine Colectivo Perrotrespatas, Luis Orlando Avila Hernandez, abril 19 de 2024